Los cuidadores tenemos que tener siempre presente, que la persona que padece Alzheimer u otra demencia no es consciente de lo que le ocurre, ni de los propios síntomas que manifiesta (desorientación en el tiempo, en el espacio, a nivel personal, le cuesta centrarse en una cosa, problemas para recordar información reciente, dificultades para expresar verbalmente lo que quieren decir porque no le sale la palabra adecuada, o no comprender lo que les decimos…). Todo ello hace que el entorno en que el que se mueve le quede muy grande.
Tenemos que conocer los síntomas cognitivos, psicológicos y comportamentales propios de estas enfermedades para poder entender mejor cómo se puede sentir un enfermo, y nosotros poder asumir que no lo está haciendo a propósito, que simplemente se puede sentir observado, corregido,… El enfermo no entiende el por qué de nuestra actitudes, aunque fuese él la quien la provocó por una acción previa.
Hasta que los cuidadores no asumimos la enfermedad de nuestro familiar es difícil que podamos manifestar unas actitudes adecuadas, conciliadoras y, sobre todo, “no estresantes” con él y con uno mismo. Porque en nuestra cabeza los pensamientos preocupantes nos atormentas, angustian,…. Y nuestras emociones pueden ser tantas y tan dispares por momentos que hay un caos en mí,… que no me dejan ver otras alternativas y que consiguen que pelee “mente a mente” para que mi familiar no pierda sus capacidades; pero lo que conseguimos es irritarlo y generar un circulo de conflicto y alteración.
No os preocupéis , con tiempo y ganas se consigue! Se logra entender la enfermedad, entender al enfermo y, lo más importante, entenderme a mí mismo….PENSAR que, si tengo tiempo para mí, el tiempo que estaré con él (aunque sea menos) será mejor,.. y tendré ganas de reírme, hablar, acariciarle, pasear con él.
Hay que pedir ayuda y reconocer que yo solo no puedo,…..
Compartir mis emociones con mi entorno y con otros familiares que estén pasando por lo mismo me ayudará a no acumular; y a ver que no soy el único que siente ciertas cosas. Y que mis emociones tienen el derecho de contradecirse,… de debatir,… y ayudarme a no exigirle a los demás que sientan lo mismo que yo.
- NUNCA discutas con él,……….. ponte de acuerdo con él.
- NUNCA trates de razonar con él,……… distrae su atención.
- NUNCA te avergüences,………….. ensálzalo.
- NUNCA trates de darle lecciones, …………..serénale y ayúdale.
- NUNCA le pidas que RECUERDE, ………………rememorarles las cosas y los hechos.
- NUNCA le digas “ya te dije”…………………. repíteselo cuantas veces haga falta.
- NUNCA le digas “tú no puedes”.. …………….dile haz lo que puedas y como puedas”
- NUNCA le exijas u ordenes,………………. pregúntale o enséñale.
- NUNCA seas condescendiente,…………….. dale ánimos o ruégale.
- NUNCA fuerces,………………………. refuerza la situación.