Cecilia Bonet es voluntaria en AFAGA desde hace tres años. Llegó a través de la oficina de voluntariado de la Xunta de Galicia, y está muy orgullosa de formar parte del AFAGA y ayudar en su día a día a las personas que tienen alzhéimer y a sus familias.
En esta entrevista cuenta qué significa ser voluntaria y qué aporta el voluntariado a las personas con las que trabaja.
Cecilia Bonet
Voluntaria de AFAGA Alzhéimer
‘El voluntariado te ayuda a tener una actitud positiva hacia las demás personas’
¿Cómo llegaste a la Asociación AFAGA?
Llegué hace ya tres años. Fue a través de la Oficina de Voluntariado de la Xunta de Galicia. Según mi perfil y mis preferencias, me remitieron a AFAGA.
¿Qué te motivó a hacerte voluntaria?
El principal motivo era estar activa. Yo soy psicóloga y me trasladé a vivir a España con mis hijas, pero al no trabajar ni hacer nada, me sentía mal. Por eso busqué algo en lo que pudiera ser útil y que pudiera aportar algo de mi experiencia y formación.
¿Qué es lo que más te gusta de lo que haces?
El trabajo con personas con una demencia, aunque al principio puede parecer complicado, es muy reconfortante. Porque las personas, tal y como tú las trates -si les das conversación, mantienes contacto visual, te acercas pero sin invadir su espacio-, así responden ellos. Por lo general, la estimulación positiva, es decir, reforzar en lugar de reprender o recriminar, da muy buen resultado con las personas que tienen una enfermedad neurodegenerativa.
¿Qué significa ser voluntaria?
A mí me hace sentir útil, porque ayudo y apoyo a personas que tienen una situación complicada por una enfermedad. Tanto las personas enfermas, como los familiares y, por supuesto, los profesionales de AFAGA agradecen mucho todo este apoyo que damos a través del voluntariado. El voluntariado es muy positivo, favorece tu desarrollo personal, te ayuda a tener una actitud positiva hacia las demás personas.
¿Crees que son necesarias las entidades como AFAGA?
Evidentemente, son necesarias porque realizan una gran labor social. En el caso de AFAGA, el apoyo que presta a las personas enfermas y a las familias es enorme. Las familias se enfrentan a una situación que cambia toda su vida y su organización, y eso hace que en las familias, a veces, se formen conflictos donde en realidad no los hay. En esos casos, lo único que se puede hacer es aceptar la situación y acercar soluciones, y una organización como AFAGA ayuda a esas familias en ambos aspectos.