Numerosos estudios revelan que aquellos cuidadores que cuentan con algún tipo de apoyo social, reducen en un porcentaje muy alto la posibilidad de sobrecarga, fruto de la dedicación al cuidado de la persona enferma. Uno de estos apoyos es el Servicio de Ayuda a Domicilio, pero muchos cuidadores desconocen sus objetivos, tareas y cómo acceder al mismo.
Este artículo explica en qué consiste y cómo se accede a un recurso tan importante:
El servicio de ayuda a domicilio, un eslabón fundamental en el apoyo al cuidador
Un estudio reciente llevado a cabo por la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras demencias (CEAFA) en colaboración con Sanitas desvelaba un dato muy relevante: “el 94% de los enfermos de alzhéimer es atendido por su familia”. Por otra parte, sabemos que el gasto medio de una familia en la atención a la persona enferma supone una inversión de aproximadamente 30.000 euros al año.
Conociendo esta realidad, el gasto público en servicios sociales de apoyo al cuidador es insuficiente. Prueba de ello es que las asociaciones de familiares de enfermos de alzhéimer y otras demencias nos vemos en muchas ocasiones desbordadas a la hora de poder dar respuesta a las necesidades que tienen las personas diagnosticadas y sus cuidadores, ya que somos el recurso principal que tiene el colectivo.
Una de las situaciones más dolorosas por las que pasa un cuidador es el momento de decidir optar por un centro residencial para la persona enferma, lo sienten como un abandono y una derrota personal que, a veces, les sume en una profunda tristeza a pesar de que las asociaciones les apoyamos e informamos debidamente. Por otra parte, por la vía privada, un centro residencial supone un gasto elevado que se incrementa de manera directamente proporcional a medida que avanza la enfermedad. Y por la vía pública, supone un coste mucho menos elevado, pero se puede estar ubicado lejos del lugar de residencia del familiar. Estos dos aspectos, ayudan a que este recurso no sea el más utilizado.
Ventajas del Servicio de Ayuda a Domicilio
Sin embargo, hay otras opciones. Numerosos estudios revelan que aquellos cuidadores que cuentan con algún tipo de apoyo social, reducen en un porcentaje muy alto la posibilidad de sobrecarga, fruto de la dedicación al cuidado de la persona enferma.
Uno de estos apoyos es el Servicio de Ayuda a Domicilio, pero muchos cuidadores desconocen sus objetivos, tareas y cómo acceder al mismo.
El servicio de ayuda a domicilio -en adelante SAD- es una recurso de atención integral que no sólo asiste a la persona enferma, haciendo tareas de aseo, vestido, alimentación…, también engloba actuaciones preventivas, educadoras y/o rehabilitadoras en relación a las actividades de la vida diaria.
Estas actividades son llevadas a cabo por personal cualificado, principalmente técnicos/as en cuidados auxiliares de enfermería, y además existen servicios
complementarios como de fisioterapia o podología a domicilio.
El SAD puede ser de carácter público o privado. El acceso público viene dado a través de solicitud de valoración de la dependencia de la persona enferma,
o bien solicitándolo al Ayuntamiento de residencia si éste dispusiera de tal servicio. Toda empresa de ayuda a domicilio debe estar registrada y autorizada por la Administración competente, lo cual nos da una cierta seguridad, ya que está controlada por un entidad pública que realiza inspecciones regularmente para corroborar que el servicio de realiza conforme a la legislación vigente en materia de ayuda a domicilio.
El Servicio de Ayuda a Domicilio que ofrece AFAGA
El servicio de ayuda a domicilio de AFAGA está especializado en la atención a personas con la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia
neurodegenerativa; entendiendo como tales, tanto a la persona diagnosticada, como su entorno más cercano, que sufre la patología de una manera paralela. El servicio lo realiza personal técnico en cuidados auxiliares de enfermería, formado específicamente en la atención a las personas referidas.
Los objetivos del servicio son primordialmente dar un tiempo de respiro al cuidador principal, ayudándole a sobrellevar la situación que vive día tras día, realizando tareas de higiene, alimentación, vestido y/o acompañamiento. Además de esto, el personal de SAD detecta necesidades que se derivan a los diferentes profesionales de AFAGA (psicóloga de familia, terapeuta ocupacional, trabajador social… etcétera).
Por tanto, el/la auxiliar de ayuda a domicilio tiene un papel de suma relevancia, que supone un gran apoyo para la familia en tareas que en muchas ocasiones no podrían realizar solos, y un importante soporte emocional, puesto que les escuchan, aconsejan y les facilitan un tiempo de respiro. En definitiva, son un eslabón elemental en el apoyo al cuidador principal.
Marina Requejo Román
Trabajadora Social
Coordinadora del Programa de Atención a Domicilio de AFAGA