Salud mental y alzhéimer ¿Cómo se relacionan?

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El alzhéimer es una enfermedad compleja, que no solo afecta la memoria y las habilidades cognitivas de quienes la padecen, sino que también tiene un impacto significativo en su salud mental. Además, las personas cuidadoras de personas con alzhéimer u otra demencia, muy a menudo se ven expuestos a diferentes desafíos emocionales y psicológicos. 

Estos son algunos de los vínculos entre la salud mental y el alzhéimer u otras demencias neurodegenerativas:

En las personas que padecen alzhéimer:

  1. Cambios en el estado de ánimo: Las personas con alzhéimer pueden experimentar cambios en el estado de ánimo debido a la confusión y la pérdida de habilidades cognitivas.  Pueden ser signo de depresión.

  2. Apatía: Pérdida acusada de motivación e iniciativa para la realización de actividades. Puede producirse una marcada introversión y tendencia al aislamiento en consecuencia de la confusión que el enfermo experimenta ante determinadas situaciones, lo que le lleva a apartarse y no mostrar interés.
  3. Ansiedad: La especial dificultad que tienen las personas con demencia de prever lo que sucederá en un futuro, aunque sea inmediato, deriva a menudo en manifestaciones de ansiedad.
  4. Agitación y agresión: Algunas personas con alzhéimer pueden mostrar agitación o agresión, que a menudo es un reflejo de su frustración y confusión. 
  5. Delirios y alucinaciones: Interpretaciones erróneas de la realidad o creencias falsas, que sostienen a pesar de la evidencia y, por lo tanto, son difícilmente tratables.

En las personas cuidadoras:

  1. Depresión: Debido a la carga emocional y las demandas del cuidado constante. Es fundamental fomentar el autocuidado de los cuidadores y la búsqueda de apoyo.

  2. Aislamiento: El aislamiento, ya sea provocado por una manifiesta carencia de tiempo o por una decisión consciente derivada de pensamientos inadecuados, nos priva de una de las necesidades esenciales de toda persona: la compañía de los demás y el disfrute de las amistades.

  3. Ansiedad: La excesiva carga de los cuidados, la falta de apoyos, los problemas comunes que aparecen con los cuidados y demás elementos presentes en la vida del cuidador pueden llevar frecuentemente a éstos padecer estados elevados de ansiedad.

  4. Estrés: Debido a la sobrecarga que padecen muchos cuidadores y las dificultades que enfrentan diariamente, pueden aparecer valoraciones equivocadas ante algunas o muchas situaciones, de forma que nos provoquen frecuentes y excesivas respuestas estresadas.

  5. Sentimientos de culpa:  El gasto de energía focalizado en sentimientos de culpabilidad que experimenta una persona con estos sentimientos es muy elevado. Es un sentimiento muy dañino y destructivo que no nos permite apreciar nuestra calidad y capacidades como cuidadores, no permite ver la mejoría que puede experimentar nuestro familiar como consecuencia de nuestros cuidados y no nos permite sentirnos satisfechos con la labor que estamos realizando.

  6. Agotamiento emocional: El cuidado a largo plazo puede llevar al agotamiento emocional, lo que puede afectar negativamente la salud mental de los cuidadores. Tomarse descansos regulares y buscar ayuda cuando sea necesario es crucial.

En resumen, el alzhéimer y otras demencias neurodegenerativas, son enfermedades que afectan a todas las partes involucradas. Reconocer los desafíos de salud mental tanto en los pacientes como en los cuidadores es el primer paso para abordarlos adecuadamente. Brindar apoyo emocional, buscar ayuda de profesionales de la salud mental y promover la conciencia sobre estos problemas son acciones importantes para mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan esta enfermedad y quienes los cuidan.

La salud mental es una parte integral del cuidado del alzhéimer, y no debe pasarse por alto.

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