Los cuidadores familiares de personas con algún tipo de demencia ya habéis generado, en muchos casos, una capacidad de aprendizaje a la par de la enfermedad de vuestro ser querido que os lleva a que tengáis una visión real, natural y positiva de la atención y acompañamiento de los mismos; una gran capacidad de gestión de vuestras emociones; un reconocimiento de la necesidad de ayuda y cómo solicitarla… Por eso, cuando os llega una crisis como la actual del COVID-19, creo que tenéis una ventaja con respecto a las demás personas que no han vivido antes una situación de adversidad: sabéis aceptar y acompañar a una persona de vuestro entorno con una enfermedad neurodegenerativa.
¡¡¡¡YA TENÉIS UN MAYOR NIVEL DE RESILIENCIA!!!!
Porque la resiliencia se potencia cuando utilizas estrategias de afrontamiento de las situaciones, cuando se aumenta la capacidad para resolver problemas o vuestra competencia social, así como iniciar o mantener los apoyos del sistema familiar y social.
Recordar estos aspectos e intentar generarlos o mantenerlos en esta situación excepcional que nos ha tocado vivir nos llevará a que podamos salir de esta época, que nos puede llegar a generar incertidumbre, angustia, miedo, etc., reforzados/as, individual y colectivamente.
Os propongo una lista de actitudes que más que nunca debemos tener presente e intentar pensar, reflexionar y llevar a la acción durante estos días de aislamiento (sabiendo que vuestro nivel de estrés y sobrecarga puede haber aumentando debido al estado excepcional también de vuestro familiar).
- Establecer y mantener relaciones sociales (a través de llamadas telefónicas, videollamadas o a través de las ventanas y terrazas con nuestros/as vecinos/as)—TENEMOS TIEMPO.
- Aceptar ayuda y apoyo, al igual que vosotros/as lo dais (AFAGA sigue a vuestro lado 986 229797 y también los servicios sociales de vuestro Concello y el teléfono 900 400 800 de la Xunta de Galicia)— NO ESTÁIS SOLOS/AS.
- Evitar ver esta crisis como un problema insuperable. ¡PASARÁ! No podemos cambiar esta situación, pero sí la forma en que la “vemos”.
- Aceptar que el cambio es parte de la vida, aunque no esperábamos un COVID, y pensar qué podemos hacer para cambiar esta situación. QUEDARNOS EN CASA, PROTEGERNOS Y PROTEGERLES; y lo estáis haciendo maravillosamente.
- Buscar vuestros momentos de AUTOCUIDADO dentro de la rutina de los cuidados de vuestro familiar. No podemos olvidar, y menos en estos momentos, que para cuidar a otras personas tenemos que cuidarnos nosotros/as primero, para poder ofrecer lo mejor de nosotros y nosotras. ACTITUD POSITIVA, CALMA Y CARIÑO, aunque sea con el metro de distancia.
- Intentar hacer algo por y para ti, que quedó pendiente porque el tiempo no daba para más: LEER UN LIBRO MUY GORDO, APRENDER ALGUNAS RECETAS NUEVAS DE COCINA, BAILAR, ESCRIBIR, PINTAR… o simplemente escuchar ESA MÚSICA que tanto nos relaja.
- Practicar técnicas de relajación (física, mental, espiritual…) para desconectar de las noticias que nos llegan todos los días y que tenemos que relativizar y neutralizar. EVITAR EL CONTAGIO EMOCIONAL.
- Daos el derecho a tener momentos menos alegres, donde las emociones y los pensamientos asociados no sean los que quisiéramos tener… TENÉIS DERECHO; y, a continuación, poder disfrutar de esos otros instantes maravillosos, tranquilos, con un punto de alegría y humor que tenemos también en momentos de crisis.
ESTO PASARÁ… MUCHA ENERGÍA, PACIENCIA Y TEMPLANZA.
Maxi Rodríguez
Psicóloga de Familia de Afaga Alzheimer