Cuidar de un familiar con Alzheimer u otra demencia, desgasta física pero, sobre todo, mentalmente.
Conocer y entender lo que conllevan los síntomas en el día a día…, nos cuesta.
Y ser responsable de su día a día además de tu propia vida, cansa…, aunque se haga con motivación y sentimientos positivos.
Por ello, para seguir cuidando con paciencia, cariño y comprensión hay que descansar.
En este artículo, Maxi Rodríguez, psicóloga de Afaga, ofrece unos interesantes consejos para coger fuerzas y ánimo ahora que llega el verano.
Buenas, muy buen artículo. La verdad que en mi caso es mi madre que sufre de sordera que aunque lleva aparatos es difícil comunicarse con ella a veces y suele ser un poco frustrante.