- Las asociaciones de personas con Alzheimer celebran el plan de la Xunta para ayudar a las familias con personas dependientes, pero demandan más servicios para atender a este colectivo.
La Xunta ha organizado un plan de ayudas que consiste en ofrecer una paga económica a 5.000 personas con derecho a una prestación y que se encuentran en lista de espera para financiar un servicio de cuidados o el coste de un empleado en el domicilio. La financiación para este plan cuenta con 45 millones de euros aportados por el Gobierno Central.
Familias y expertos consideran este “parche” positivo, pero insuficiente ante un problema estructural que necesita de mayores servicios y un cambio en el sistema. En palabras de Miguel Ángel Vázquez, presidente de la Asociación Gallega de Geriatría, “Debe haber más recursos para atender a la población dependiente y para prevenir los síntomas de enfermedades como las demencias. Ahora mismo en Galicia no hay residencias ocupadas al 100%. Es inexplicable y un problema de gestión”.
Desde Afaga Alzheimer también se considera positiva la decisión de la Xunta. Sin embargo, Juan Carlos Rodríguez Bernárdez, presidente de la asociación, reclama ir más allá y agilizar el sistema de tramitación de valoraciones de dependencia. “Además, debería permitirse usar esos recursos extra no solo en centros de día o residencias, sino en recursos terapéuticos de asociaciones. Se nos dijo que se permitiría y hay familias esperando cobros”, añade Rodríguez.
La historia de la familia de María Vázquez
La situación de María Vázquez, persona con alzheimer, es uno de los casos a los que se refiere el propio presidente. Ella vive en Vigo con su marido y su hijo, Jorge Barrios. En octubre de 2020 este último recibió una carta en la que le reconocían derecho a prestación por su dependencia “tras un año” de lucha burocrática.
Jorge trató de mejorar la vida de su madre con esta ayuda mediante talleres de estimulación cognitiva. Él consideraba que el bono cuidado especial de La Xunta para dependientes durante la pandemia cubriría también estos servicios en asociaciones como Afaga Alzheimer. “Pero hace dos o tres meses, nos llegó una carta denegando ese pago porque el de Afaga no es un centro de día específico. En otras provincias, familias en nuestra situación sí lo están recibiendo. En nuestro caso serían 270 euros. Venían a darle clase de estimulación sensorial a casa durante la pandemia”, relata Barrio. Y su situación, aunque peculiar, también se ha repetido en otras seis familias.
Jorge Barrio, tras recibir esta noticia, finalmente ha pedido flexibilidad a la administración de La Xunta a la hora de realizar trámites burocráticos, por ejemplo, en lo relativo a las cuentas bancarias. “Mi madre carecía de una cuenta y nos ha dado problemas. Es un ejemplo más de los obstáculos en estas situaciones”, concluye.